martes, 10 de mayo de 2016

Esperando la invernada del mirlo capiblanco

Foto: A.R. Mariscal

LA CLAVE DE LA DISPERSIÓN DE SEMILLAS DEL CEDRO CANARIO EN EL PARQUE NACIONAL DEL TEIDE
El mirlo capiblanco Turdus torquatus, previamente considerado como un invernante irregular y escaso en Canarias, ha demostrado ser un visitante regular en la alta montaña de la isla de Tenerife

A través de la realización de un censos y mediante el estudio de su dieta invernal a partir de la colecta y posterior análisis de excrementos, se ha podido estimar el tamaño poblacional de este túrdido invernante, así como esclarecer su papel como dispersor de semillas del cedro canario Juniperus cedrus, árbol endémico del archipiélago que se encuentra actualmente catalogado como en peligro según los criterios de la UICN. 

Los resultados muestran que la población invernante de mirlo capiblanco es inferior a los 50 individuos, y su dieta se compone mayoritariamente de gálbulas de cedro canario. La efectividad de este visitante invernal como agente dispersante se confirma debido al gran número de semillas encontradas en los excrementos y al efecto potenciador de la germinación que tiene lugar tras el paso de las semillas por el tracto digestivo de las aves. Además, su papel se torna especialmente importante al ser actualmente el principal dispersor del sistema capaz de mover las semillas a larga distancia de forma regular y mantener la conexión entre las poblaciones fragmentadas

La fuerte dependencia de un endemismo insular sobre un visitante migrador para el dinamismo de sus poblaciones constituye un caso excepcional y denota cierta fragilidad en el mantenimiento y conservación del sistema. Al mismo tiempo, podría estar indicando que la población de cedro canario pudiera ser mucho más numerosa en el pasado en la alta montaña de Tenerife y caracterizara en mayor medida el paisaje del Parque Nacional del Teide.

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