jueves, 8 de diciembre de 2016

Climatología en el Parque Nacional del Teide

El Teide cubierto de nieve
Foto: Damián Esquivel


Climatología en el Parque Nacional del Teide

Abstract

Many circumstances render the canary climate as a veritable focus of research. The general predominance concerns to a gentle weather with few seasonal changes along the year. Nevertheless, due to multiple factors, a countless variety of microclimate in the Canary Islands is present, fact that is more noticeable in Tenerife. The Teide’s National Park is another example of this climate diversity, where the height plays an essential role in the face of the absence of trade winds. Temperatures, rainfall, winds and some other climate elements significantly vary regarding the general trend in the archipelago.

Keywords: Climate; Teide’s National Park; Temperatures; Precipitations; Winds; Atmospheric pressure.


Resumen

Muchas son las circunstancias que hacen del clima canario un verdadero foco de estudio. La predominancia general es de clima suave con apenas contrastes estacionales a lo largo del año. Sin embargo, debido a múltiples factores, encontramos una gran variedad de microclimas en las islas, algo que se acentúa más aún en Tenerife. El Parque Nacional del Teide es un ejemplo más de esta diversidad climática, donde la altura juega un papel fundamental ante la ausencia de los alisios. Temperaturas, precipitaciones, vientos y demás elementos climáticos varían significativamente con respecto a la tónica general del archipiélago.

Palabras clave: Clima, Parque Nacional del Teide, temperaturas, precipitaciones, vientos, presión atmosférica.


Características generales del clima canario

Las islas Canarias se encuentran en una zona de transición entre los climas templados y tropicales. La gran variedad de microclimas existentes, dependiendo de cada isla, hacen que sea imposible incluir todo el territorio canario bajo un mismo clima. Varios factores son los causantes de esta variedad climática.


Alisios

La situación del archipiélago se encuentra bajo la influencia de una alta presión subtropical, denominada Anticiclón de las Azores. Del Anticiclón parten los llamados “vientos alisios”, que en Canarias son vientos de dirección NE-SW y que se consideran el elemento primordial del clima en las islas. Estos vientos se desplazan sobre la corriente marina fría, provocando uniformidad en la temperatura y en la humedad. Sobre esta capa de alisios se encuentra otra, más cálida y seca, normalmente del NW; es la llamada inversión del alisio. La superposición de masas de aire impide el ascenso orográfico del alisio en las islas más altas. Este hecho provoca una mayor condensación de los alisios formando el “Mar de nubes”, típico de las vertientes norte de las islas. El “Mar de nubes” suaviza las temperaturas de las zonas que se encuentran debajo de él e impide que se escape la humedad hacia las capas superiores.

La intensidad de los alisios varía a lo largo del año, en función del desplazamiento del Anticiclón de las Azores. En verano, cuando el anticiclón se encuentra más alejado de las islas, la acción de los alisios es más intensa, pues los vientos dan lugar a nubes cargadas de humedad. En invierno, el anticiclón se sitúa cerca de las islas, lo cual disminuye la acción de los alisios debido a que los vientos cargan menos humedad al tener menor recorrido.


Corriente fría de Canarias 

El archipiélago se encuentra sometido a los efectos de una circulación oceánica fría. Las aguas de esta corriente marina son más frías de lo que les corresponde por su latitud, debido a que los vientos alisios retiran hacia el oeste el agua más superficial, facilitando así el ascenso de aguas más profundas y más frías. Este fenómeno de retirada de las aguas superficiales se conoce como “upwelling”, y es más notable en verano, al estar sometido el archipiélago a una acción continua de los alisios.


Relieve

Existen grandes contrastes en cuanto al relieve de una isla a otra, diferenciándose Lanzarote y Fuerteventura de las demás al tener una orografía más suave. El relieve actúa como un obstáculo en la dirección de los vientos, proporcionando así un reparto desigual de temperaturas y humedad. Esto ocasionará grandes diferencias entre las zonas norte y sur de las islas más altas, que serán las que más se beneficien del papel del relieve. Las zonas norte reciben los vientos y se ven más afectadas por la nubosidad y las precipitaciones. Otra característica propia del relieve es la ya mencionada “inversión’’ de temperaturas sobre la capa del alisio, caracterizándose por un aumento de la temperatura y disminución de la humedad conforme ascendemos verticalmente al superar los 1.500 metros. Para finalizar, también mencionaremos que a un mismo nivel pueden existir variaciones climatológicas en base a la orografía y la orientación a las corrientes de aire. 

Proximidad del continente africano: la influencia del continente africano sobre las islas se materializa a través de la invasión esporádica de masas de aire cálidas y secas procedentes del desierto sahariano. Estas suponen un cambio brusco en el clima (aumentan las temperaturas y disminuye la humedad relativa), desapareciendo la influencia de los alisios. Sus efectos se notan más claramente entre los 500 y los 1.500 metros, pues en la costa las aguas frías mantienen una capa de aire sobre el mar que no puede ser removida. Se dan con mayor frecuencia en invierno, favoreciendo los cielos despejados, lo que conlleva el aumento de las temperaturas diurnas y el descenso de las nocturnas, razón por la cual abundan los días soleados en el invierno canario. En verano su frecuencia es menor, pero debido a su presencia se dan las temperaturas máximas absolutas en el archipiélago.


Perturbaciones procedentes de otras latitudes

Las características marcadas por los alisios son las predominantes en Canarias. Sin embargo, en ocasiones la situación meteorológica evoluciona de tal forma que estas condiciones cesan, modificándose el tiempo en el archipiélago de forma notable. Además de la ya mencionada presencia de masas de aire del continente africano se unen otras perturbaciones que repercuten en el clima. La actividad borrascosa procedente de las zonas templadas durante el invierno, principalmente en diciembre y enero, produce fuertes vientos que en ocasiones llegan a ser vendavales, y precipitaciones en las zonas norte de las islas. Raramente (en época otoñal) alcanzan a Canarias por el Sur depresiones tropicales que dejan importantes precipitaciones. Otra perturbación importante es la llegada de masas de aire polar – marítimo. Estas traen bajas temperaturas y fuertes vientos, que afectan más a las zonas altas (por encima de los 1.500 metros) que a las bajas, lo cual produce una exageración del gradiente vertical de temperatura, que a su vez genera una inestabilidad atmosférica que puede producir precipitaciones torrenciales. Ocasionalmente, entre los meses de octubre y enero, pueden darse depresiones en altura que dan lugar a borrascas y dejan lluvias torrenciales, al combinarse una masa de aire sobreenfriada con el aire cálido de la superficie.


Mar de nubes
Foto: Enrique Méndez, Flickr CC BY 2.0 


La isla de Tenerife

La diversidad de microclimas que se encuentran en Canarias se hace más notable en la isla de Tenerife, pues es la que posee una mayor altura y superficie, lo cual evidencia más aún los efectos enumerados anteriormente. Se observan dos grandes contrastes entre el norte y el sur de la isla, provocados por la influencia de los alisios. Tenerife es la única isla de la Macaronesia que tiene un elevado porcentaje de la superficie insular por encima de la cota de los 2.000 metros, por lo cual entendemos la altitud como el elemento más importante del sistema climático.

Basándonos en los cambios que se dan según la altitud, podemos distinguir una clasificación climática en la que aparece primero una zona baja, más árida, con temperaturas medias y escasas precipitaciones. Son las zonas de franja costera, estando más representada en la zona sur. Seguida a esta encontramos la zona de medianías, con temperaturas más suaves y precipitaciones más abundantes. Se evidencia la acción de los vientos alisios, haciéndose más grande la diferencia entre el norte y el sur de la isla, con temperaturas frescas y afectada por la nubosidad y precipitaciones la primera, y con más calor y menos lluvias y días nublados en la zona sur. Finalmente encontramos las cumbres, donde dejan de hacer efecto los vientos alisios. La altura hace que desciendan las temperaturas y que haya menos precipitaciones.


Parque Nacional del Teide

La altitud es el elemento más importante del sistema climático de Las Cañadas, pues influye en las temperaturas, que son mucho más bajas que en los niveles inferiores. Al encontrarse Las Cañadas por encima del mar de nubes se hacen presente dos elementos que caracterizan la alta montaña de Tenerife: la elevada insolación y la menor precipitación con respecto a las zonas medias. Se puede definir como un clima continental subalpino, muy diferente al que nos encontramos en las zonas bajas y medias de la isla. En general el clima del Parque Nacional del Teide se caracteriza por la sequía estival, con precipitaciones muy irregulares e insuficientes, lo que nos deja un territorio con ambientes desérticos. Aunque la temperatura anual media no es muy baja, es el clima térmicamente más extremo de Canarias con una amplia oscilación diurna e interanual. La tendencia de los últimos años se inclina hacia la abundancia de tiempos extremos, de hecho los años más secos desde que hay observaciones (1916) se han dado en la última década del siglo XX. Así podemos observar más detenidamente sus principales factores climáticos, donde las estaciones de Izaña y Las Cañadas destacan sobre las múltiples estaciones meteorológicas que encontramos en el parque, ya que son las que nos aportan los datos más significativos.


Presión atmosférica

La variación anual de la presión sigue una marcha distinta a la experimentada al nivel del mar, de la que difiere cada vez más cuanto mayor sea la altura. En Izaña tenemos una variación anual prácticamente inversa a la que se experimenta al nivel del mar, alcanzando el valor máximo en agosto (cuando al nivel del mar se registra el mínimo). Ello es consecuencia de que en verano la temperatura media del estrato de aire comprendido entre el nivel del mar y el de Izaña es considerablemente superior a la de invierno, por lo que en verano la disminución de la presión con la altura queda notablemente reducida.


Vientos

Se tiene durante todo el año un dominio de los vientos del sector WNW - WN, el cual se acentúa en primavera y verano. Estos son los alisios de altura o contraalisios, ya mencionados anteriormente. A este dominio, además de las corrientes generales de la circulación atmosférica a estas alturas, contribuyen también efectos Iocales que canalizan el viento en dicha dirección. Otra característica es la fuerza del viento, el cual normalmente sopla con una velocidad del orden de 35 km/h., consecuencia del "estrechamiento" de las líneas de flujo al remontar la cumbre. Con menor frecuencia se dan vientos de componente oeste asociados a borrascas atlánticas, que pueden llegar a alcanzar en Izaña velocidades enormes que ocasionalmente pasan de los 200 km/h. Los vientos del sur están ligados a las invasiones de aire sahariano.


Temperatura

Las temperaturas medias son bajas para la media de los parámetros canarios (en Izaña la media anual es de 9,7ºC). Enero y Febrero son los meses más fríos, con medias inferiores a los 5ºC. Las temperaturas mínimas diarias en los meses más fríos oscilan entre los -4ºC y los 5ºC, pero las mínimas absolutas pueden superar en ciertos casos los -15ºC. Los meses más calurosos son Julio y Agosto, con 18ºC de media. Las máximas en los días de verano están entre los 22oC y los 28ºC, rebasando en algunas ocasiones los 30ºC. Las temperaturas presentan una notable tendencia al aumento, cifrada en más de un grado en los últimos cien años. Curiosamente, la temperatura más baja que se recuerda fue registrada en el termómetro oficial digital de la estación situada en La Cañada de la Grieta (La Cañadas del Teide): -20,2ºC, medida en el mes de Enero. La más baja registrada en el Pico del Teide (zona de la Rambleta, a 3530 metros) fue de -16,8ºC, en Enero de 1994, aunque hay que mencionar que de esta zona hay numerosos periodos sin datos.

Un hecho interesante del clima de Las Cañadas es el altísimo valor de la variación diurna de la temperatura con la nocturna, la cual es en invierno de casi 15ºC, para alcanzar en verano los 19ºC. Ello es consecuencia de la especial configuración orográfica de Las Cañadas, las cuales se encuentran encajonadas entre el macizo del Teide y la cadena semicircular que las rodea por el lado sur, de forma que durante el día el aire se recalienta mucho y durante la noche se enfría notablemente debido a la radiación del suelo (hecho por el cual se dan temperaturas tan bajas como la mencionada anteriormente). En Izaña, que se encuentra en un lugar abierto, la variación es sólo del orden de 8ºC.

Las heladas son posibles en cualquier mes del año salvo julio y agosto y son más intensas en el interior de Las Cañadas debido al efecto de la radiación de suelo.


Humedad 

Al encontrarnos en mayores alturas, penetramos en la capa de aire seco superpuesta a la de los alisios, lo cual nos da los bajos valores que tenemos en Las Cañadas e Izaña, que muestran una extraordinaria sequedad, sobre todo en los meses estivales.


Nubosidad e Insolación

La nubosidad disminuye considerablemente una vez superada la capa del alisio, en especial en los meses de verano, cuando en Izaña no llega ni a media décima (la nubosidad se suele medir en décimas de cielo cubierto, para lo cual se agrupan imaginariamente todas las nubes presentes en el momento de la observación). Esto conlleva a una intensa insolación, concretamente la mayor de España con 3448,5 horas de sol de media anual. Esta elevada insolación y la sequedad del aire proporcionan a Las Cañadas unas condiciones ideales para la observación astronómica.


Precipitaciones

El régimen pluviométrico de Las Cañadas destaca por la irregularidad y escasez de las precipitaciones. Estas se concentran en unos pocos días, 43 de media anual. La cantidad anual oscila entre los 500 mm/m2 en las zonas de barlovento y los 300 mm/m2 en el interior de la caldera, situándose el mínimo justo a pie del Teide en su cara de sotavento. La mayoría de las precipitaciones se concentran de octubre a abril, a partir de este mes son inapreciables hasta septiembre. El observatorio de Izaña tiene una media anual de 460 l/m2, pero las medias ocultan la frecuencia de periodos muy lluviosos con otros años extremadamente secos, con picos inferiores a 100 l/m2 algunos años y otros en los que se superan los 1000 l/m2.

En Izaña el número medio de días de nieve al año es de 12. Las nevadas pueden ocurrir de octubre a mayo, aunque los meses con mayor probabilidad son los comprendidos entre diciembre y abril. Algunas nevadas pueden ser muy importantes, llegando a alcanzar la nieve más de un metro de espesor, y manteniéndose sobre el suelo durante varios días. Por término medio, en Las Cañadas el suelo está cubierto de nieve 15 días al año. Nieves perpetuas no existen a ninguna altura. Incluso en el Pico del Teide hay muchos inviernos en que durante periodos de varias semanas la nieve sólo se mantiene en cavidades y lugares muy resguardados.

En general, y como se indica en el estudio pluviométrico de Luis Manuel Santana, tanto en Izaña como en Las Cañadas las precipitaciones diarias notables suceden en el lapso otoño - inverno, precipitaciones moderadas esporádicas en primavera y precipitaciones débiles poco frecuentes en verano. En invierno y verano existe un ligero ascenso pluviométrico, en primavera existe un leve descenso pluviométrico y en otoño existe un moderado descenso pluviométrico. Hay una tendencia descendente en los volúmenes de precipitaciones anuales en la zona central de montaña entre las décadas de los veinte y primera del presente siglo.


Teide nevado reflejado en un charco formado en el Llano de Ucanca
Foto: Alumnado Módulo ITG. Wikimedia Commons CC BY 2.0


Autor: Gabriel Garrido
Traductor: Víctor Díaz


REFERENCIAS









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