Vídeos: Proyecto Lanius
El pasado fin de semana (28 y 29 de mayo) dedicamos tiempo a evaluar en qué situación se encontraba el proyecto Lanius, desarrollando para ello diferentes dinámicas grupales.
La evaluación continua pretende recoger información acerca de la aceptación de un proyecto, la satisfacción de los destinatarios, así como la valoración del papel desempeñado por los responsables de dinamizar el mismo. Es una parte fundamental en el proceso y una herramienta muy valiosa para el buen funcionamiento del proyecto. Para llevarla a cabo, distinguimos tres momentos diferentes en la aplicación de la evaluación:
Evaluación inicial: es previa al comienzo de la actividad o el programa a realizar. De esta forma nos aseguramos la detección de las necesidades, demandas e intereses, permitiéndonos así adecuar el programa lo más posible a los intereses de los y las participantes.
Evaluación de proceso: se realiza durante el desarrollo de la actividad. Para ello, es conveniente tantear las expectativas del grupo en las primeras tomas de contacto, y realizar actividades de evaluación intermedias para comprobar el grado de satisfacción de las personas que están participando en el proyecto.
Evaluación posterior a la actividad: llegado este punto, es el momento de verificar si se han cumplido los objetivos, se han llevado a cabo todas las actividades y por supuesto, recopilar información para la incorporación de mejoras e introducción de cambios.
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